Santoral del día 2 de octubre según el Martirologio Romano.
Santo del 2 de octubre
Ángeles Custodios
La misión de los ángeles custodios es acompañar y cuidar a los hombres por el camino de la vida, protegerles del mal y guiarles en el camino al Cielo.
Se puede decir que es un compañero de viaje que siempre está al lado de cada hombre, tanto en los buenos momentos como en los momentos difíciles.
A los niños se les habla del Ángel de la Guarda. No por ello se trata de un concepto infantil, pues como vemos los Ángeles Custodios siguen siendo un apoyo en las crecientes dificultades que podamos afrontar en el curso de la vida.
En la tierra, es la Policía Nacional la que protege a los hombres y por ello celebra sus patrones en su honomástica.
El día de los Ángeles Custodios en la iglesia católica es el 2 de octubre.
Todos los santos: Santoral 2 de octubre
- Memoria de los santos Ángeles Custodios, que llamados ante todo a contemplar en la gloria el rostro del Señor, han recibido también una función en favor de los hombres, de modo que, con su presencia invisible pero solícita, los asistan y aconsejen.
- En Nicomedia, de Bitinia, san Eleuterio, mártir (s. III/IV).
- En Numancia, en la Hispania Cartaginense, san Saturio, eremita (606).
- En Sarcing, en el territorio de Arras, en Neustria, muerte de san Leodegario, obispo de Autun, el cual, sometido a varios suplicios y cegado, fue condenado a muerte injustamente por Ebroino, mayordomo de palacio del rey Teodorico. Con él se venera la memoria de su hermano Gerino, mártir, que dos años antes, por orden del mismo Ebroino, había sido lapidado (679-680 y 677).
- En Andage o Andain, en los bosques de Ardennes, en Austrasia, san Beregiso, abad, que fundó en este lugar un monasterio de canónigos regulares, el cual presidió con fidelidad (c. 725).
- En Constantinopla, conmemoración de san Teófilo, monje, que, por defender el culto de las santas imágenes, fue torturado cruelmente por el emperador León el Isáurico y después exiliado (795).
- En la Recia, san Ursicino, obispo de Chur (Coira) y primer abad del monasterio de Disentis, que él mismo había fundado (s. VIII).
- En Nagasaki, en Japón, beatos Luis Yakichi y Lucía, esposos, junto con sus hijos Andrés y Francisco, mártires, que murieron por Cristo. La madre y los hijos fueron degollados en presencia del padre, y éste fue quemado vivo (1622).
- En el mar frente a Rochefort, en el litoral norte de Francia, en una vieja nave anclada, beato Jorge Edmundo René, presbítero y mártir, que, siendo canónigo de Vézelay, durante la Revolución Francesa fue encarcelado por su condición de sacerdote, muriendo víctima de tuberculosis (1794).
- En Lyon, en Francia, beato Antonio Chevrier, presbítero, que instituyó la Obra de la Providencia del Prado, para preparar sacerdotes destinados a enseñar la doctrina cristiana a jóvenes pobres (1879).
- En Fianarantsoa, en la isla de Madagascar, beato Juan Beyzym, presbítero de la Compañía de Jesús, que ejerció su ministerio junto a los leprosos, a los que prodigó una obra de caridad en favor de sus cuerpos y de sus espíritus (1912).
- Cerca de Castellón, en el levante español, beatos Francisco Carceller, de la Orden de los Clérigos Regulares de las Escuelas Pías, e Isidoro Bover Oliver, de la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos, presbíteros y mártires, que, durante la persecución, en odio al sacerdocio fueron fusilados junto al muro del cementerio, consumando así su martirio (1936).
- En el lugar de Sax, cerca de Alicante, también en España, beatos Elías y Juan Bautista Carbonell Mollá, presbíteros y mártires, que, siendo hermanos, fueron fusilados en la misma persecución contra la Iglesia (1936).
- En la aldea de Silla, cerca de Valencia, también en España, beata María Guadalupe (María Francisca) Ricart Olmos, religiosa de la Orden de los Siervos de María y mártir, que en la misma persecución recibió el martirio por su testimonio en favor de Cristo (1936).
- En la ciudad de Stanislanòw, de Polonia, beata María Antonina Kratochwil, virgen, de la Congregación de las Hermanas de las Escuelas de Nuestra Señora y mártir, que, durante la guerra mundial, fue encarcelada por su fe y murió a causa de las torturas soportadas por Cristo (1942).