Santoral del día 3 de octubre según el Martirologio Romano.
Santo del 3 de octubre de 2024
San Francisco de Borja
Francisco de Borja y Aragón, también conocido como San Francisco de Borja, fue un religioso español del siglo XVI.
Fue III General de la Compañía de Jesús, IV duque de Gandía, I marqués de Lombay, Grande de España y Virrey de Cataluña.
Tras fallecimiento de su esposa Leonor de Castro, con quien había tenido ocho hijos, Francisco de Borja dejó sus posesiones a su hijo primogénito e ingresó en la Compañía de Jesús.
Se dedicó a la predicación y obedeció a San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, quien lo nombró más tarde Comisario de España en las Indias.
Más tarde en Roma fundó el noviciado de San Andrés, el colegio Romano, e hizo levantar la iglesia de la Anunciación.
Murió en Roma en el año 1572. Su festividad se celebra el 3 de octubre de 2024.
Todos los santos: Santoral 3 de octubre
En España es recomendable leer en primer lugar, por tener el grado de Memoria en el Calendario español, la conmemoración de san Francisco de Borja, presbítero, que en el día 30 de septiembre figura en el núm. 11.
- Conmemoración de san Dionisio Areopagita, que se adhirió a Cristo al escuchar al apóstol san Pablo hablando ante el Areópago, y fue primer obispo de Atenas (s. I).
- En Roma, en el cementerio de Ponciano, en la vía Portuense, santa Cándida, mártir (s. inc.).
- En Alejandría, en Egipto, conmemoración de los santos Fausto, Cayo, Pedro, Pablo, Eusebio, Querimón, Lucio y otros dos, todos los cuales, primero en tiempo del emperador Decio y después bajo Valeriano, por mandato del prefecto Emiliano sufrieron de muchas maneras, junto con el obispo Dionisio, llegando a ser confesores de la fe, y, entre ellos, Fausto alcanzó la palma del martirio bajo el emperador Diocleciano (s. III/IV).
- En Mayuma, en Palestina, conmemoración de san Hesiquio, monje, discípulo de san Hilarión y compañero suyo de peregrinación (s. IV).
- Conmemoración de san Maximiano, obispo de Bagai, en Numidia, que, apaleado repetidas veces por los herejes, fue precipitado desde lo alto de una torre, dejándolo por muerto, pero recogido por unos transeúntes, se recuperó y no dejó de luchar por la fe católica (c. 410).
- En Toulon, en la Provenza, de la Galia, san Cipriano, obispo, discípulo de san Cesáreo de Arlés, que defendió en varios sínodos la fe ortodoxa sobre la gracia, enseñando que nadie puede llegar a lo divino si antes no ha sido llamado por la gracia de Dios (c. 543).
- Entre los sajones, dos santos mártires de nombre Ewaldo, uno llamado Negro y el otro Blanco, ambos presbíteros y oriundos de Inglaterra, que, siguiendo el ejemplo de san Willibrordo y sus compañeros, pasaron a evangelizar a los sajones y, habiendo comenzado a predicar a Cristo, fueron apresados por los paganos, consumando el martirio (695).
- En el monasterio de Metten, en Baviera, beato Uto u Otón, fundador y primer abad (802).
- En la región de Namur, en Lotaringia, san Gerardo, primer abad del monasterio de Brogne, que él mismo había fundado. Trabajó para instaurar la disciplina monástica en Flandes y Lotaringia, y ayudó a muchos monasterios a recuperar la observancia primitiva (959).
- En Chur o Coira, entre los helvecios, beato Adelgoto, obispo, discípulo de san Bernardo en Clairvaux, que fue un buen ejemplo de disciplina monástica (1160).
- Junto al río Uruaçu, cerca de Natal, en Brasil, beatos Ambrosio Francisco Ferro, presbítero, y compañeros (beatos Antonio Baracho, Antonio Vilela Cid, Antonio Vilela hijo y su hija, Diego Pereira, Manuel Rodrigues Moura y su esposa, hija de Francisco Dias hijo, Francisco de Bastos, Francisco Mendes Pereira, Juan da Silveira, Juan Lostau Navarro, Juan Martins y siete jóvenes, José do Porto, Mateo Moreira, Simón Correia, Esteban Machado de Miranda y dos hijas suyas, Vicente de Souza Pereira), mártires, que dieron la vida víctimas de la opresión que se desencadenó contra la fe católica (1645).
- En Madrid, capital de España, beato Crescencio García Pobo, presbítero de los Terciarios Capuchinos de la Virgen de los Dolores y mártir, que derramó su sangre durante la persecución contra la fe (1936).
- En el monasterio de San Salvador de Leyre, en Navarra, memoria de san Virila, abad (s. X).