Santoral del día 5 de mayo de 2024 según el Martirologio Romano.
Todos los santos: Santoral 5 de mayo
- En Auxerre, en la Galia Lugdunense, san Joviniano, lector y mártir (s. III).
- En Alejandría, en Egipto, san Eutimio, diácono y mártir (c. 305).
- Conmemoración de san Máximo, obispo de Jerusalén, el cual fue condenado por el césar Maximino Daya a trabajos forzados en las minas, después de que le hubieran arrancado un ojo y quemado un pie con un hierro candente. Alcanzada la libertad, pudo marchar de allí y fue nombrado obispo de la Iglesia de Jerusalén, en donde, con el prestigio de su gloriosa confesión, descansó en paz (c. 350).
- En Tréveris, en la Galia Bélgica, san Britón, obispo, quien defendió a su grey de los errores de Prisciliano, pero tratando en vano de detener, juntamente con san Ambrosio, obispo de Milán, y san Martín, obispo de Tours, la violencia de los que reclamaban la ejecución de Prisciliano y de sus seguidores (386).
- En Arlés, de la Provenza, san Hilario, obispo, que, después de llevar vida eremítica en Lérins, fue promovido, bien a su pesar, al episcopado, desde donde, trabajando con sus propias manos, vistiendo una sola túnica tanto en verano como en invierno, y caminando a pie, manifestó a todos su amor a la
pobreza. Entregado a la oración, a los ayunos y a las vigilias, y perseverando en una predicación continua, mostró la misericordia de Dios a los pecadores, acogió a los huérfanos y no dudó en destinar para la redención de los cautivos todos los objetos de plata que se conservaban en la basílica de la ciudad (449). - En Vienne, en la Galia Lugdunense, san Nicecio, obispo (s. V).
- En Milán, de la Liguria, san Geroncio, obispo (c. 472).
- En Marchiennes, en la Galia Bélgica, san Mauronto, abad y diácono, quien fue discípulo de san Amando (702).
- En Limoges, en Aquitania, san Sacerdote, obispo, que fue monje y abad, y más tarde obispo, pero al final de su vida quiso de nuevo volver a la vida monástica (s. VIII).
- En Hildesheim, de Sajonia, en Alemania, san Gotardo, obispo, que, siendo abad del monasterio de Niederaltaich, visitó y renovó varios monasterios, y al morir san Bernwardo le sucedió en la sede episcopal, promoviendo la vida cristiana de su Iglesia, la disciplina regular del clero y abriendo escuelas (1038).
- En Calabria, san León, eremita, que, entregado a la oración y a las obras de beneficencia en favor de los pobres, murió en el monasterio de Africo, cerca de la ciudad Reggio, que él mismo había fundado (c. s. XIII).
- En Vençay, cerca de Tours, en Francia, san Avertino, diácono, que acompañó a santo Tomás Becket al destierro, y a la muerte de éste volvió a dicho lugar, viviendo como ermitaño (1189).
- En Licata, de Sicilia, en Italia, santo Ángel, presbítero, carmelita y mártir (1225).
- En Recanati, en la región del Piceno, en Italia, beato Bienvenido Mareni, religioso de la Orden de los Hermanos Menores (1289).
- En Nápoles, de la Campania, beato Nuncio Sulpricio, el cual, después de haber quedado huérfano, con una pierna infectada por la caries y con su cuerpo exhausto soportó todos sus sufrimientos con ánimo sereno y alegre, dispuesto siempre a ayudar a todos, y pobre entre los pobres, consoló en gran manera a los demás enfermos y alivió sus miserias (1836).
- En Somasca, cerca de Bérgamo, en Italia, beata Catalina Cittadini, virgen, la cual, privada de sus padres desde la más tierna edad, llegó a ser una paciente y competente maestra, cuidando con esmero una institución dedicada a la educación cristiana de niñas pobres, y con esta misma finalidad, fundó el Instituto de las Hermanas Ursulinas de Somasca (1857).
- En Dresde, en Alemania, beato Gregorio Frackowiak, religioso de la Sociedad del Verbo Divino y mártir, quien, encarcelado durante la guerra, después de sufrir por Cristo fue degollado por los enemigos de la fe (1943).